jueves, 30 de octubre de 2014

Breve reflexión sobre "La Silla del Águila" - Carlos Fuentes

"La Silla del Águila" es sin duda uno de los libros que marcará mi vida de lector, ha dejado en mí ese sabor que no todos los libros dejan al terminar una pagina, que es la continuidad de la historia. La pluma de Fuentes siempre fue en esencia la muestra de una realidad fáctica en México y América latina, siempre en la critica política y social de los problemas que les aquejan. Esta novela de sátira política, dentro de mi opinión personal, es uno de los mas grandes aciertos literario de Fuentes, pues en él se destaca fría, entretenida y verazmente, una realidad política dentro de los círculos selectos de poder, muestra una política mexicana como es, y como él visiona en ese “futuro” dentro de su novela, que mejor dicho es un relato del pasado y del presente, con todos los detalles posibles que dan para imaginar mucho más.

Resulta imposible  no poder imaginar toda la historia de esta obra sin ligarla a los hechos y personajes reales a quienes querramos poner en cada lugar, desde relacionar a Nicolás Valdivia o a Maria del Rosario, hasta un Lorenzo Terán o un Tácito de la Canal dentro de la actualidad política, o quizá sobreponer alguna historia relatada sobre alguna otra que nos venga a la mente de la “realpolitik” mexicana.

Hubo dos frases, entre otras más, que decidí resaltar dentro de la lectura, y que sin duda resumen a bien ver el problema de la política real, no sólo en México, sino en gran parte de América Latina por lo menos:

  • "El gran problema de la igualdad no es vencer el orgullo de los ricos, sino vencer el egoísmo de los pobres."
  • "Conoces todas las palabras talismán. Democracia, patriotismo, régimen de derecho, separación de poderes, sociedad civil, renovación moral. Lo peligroso es que crees en ellas. Lo malo es que las dices con convicción."


La primera contempla una cruda verdad de la sociedad y política mexicana, que hemos venido arrastrando de manera histórica y  pagado el alto costo del “equilibrio social” que después de siglos de sometimiento seguimos en ese proceso y, siendo un monstruo que persigue los sueños del pueblo mexicano y perturba los ideales de unos frente a otros, eso que suelen llamar "igualdad"; esa condición que Fuentes expone profundamente en cada una de sus paginas y relatos, contrastando la pelea de quién podrá ser mejor o más hábil para precisamente no ser igual y sobre salir del grupo favorito.


La segunda frase,  sólo es la confirmación - en palabras de Fuentes - de una realidad que custodia cada hecho y cada acto de los personajes políticos en la historia,  el de  pregonar sobre intereses selectos propios y alejados de todo ideal social que no se base sobre intereses generales que atañan a las necesidades de la colectividad, y por lo tanto el sistema te pervierta en sus redes y tu a su vez seas agasajo para él.