lunes, 31 de agosto de 2015

Opinión al artículo - “EL EMBAJADOR EN WASHINGTON” de Olga Pellicer

Referencia  artículo “EL EMBAJADOR EN WASHINGTON”  de Olga Pellicer, Revista Proceso del 23 de agosto de 2015. 


La diplomática mexicana, en este ensayo que nos comparte esta semana, aborda un tema que sin duda pocos mexicanos se han preguntado respecto del nuevo nombramiento del embajador mexicano en la unión americana, Miguel Basañez. Como bien apunta, nadie pone en duda su capacidad académica, sin embargo se pone en duda que ésta sea suficiente para el fortalecimiento de los lazos diplomáticos entre ambas naciones, en especial en la conducción de temas prioritarios para la agenda bilateral como lo son las exportaciones, el tema de migrantes mexicanos, la integración automotriz la producción y tránsito de drogas, entre otros.

Asimismo, me parece acertada la apreciación que hace respecto del nulo proyecto y agenda con líneas estratégicas bien trazadas para alcanzar objetivos claros en los aspectos económicos y políticos de la relación. Las relaciones internacionales de México, deben de fortalecerse con estratégicos negociadores y no sólo con diplomáticos- académicos, nuestro país necesita de resultados claros y de precisas materias de cooperación internacional, en los que el embajador juega un papel fundamental para ello. Pellicer encuentra sesgado el temario internacional de la relación México- Estados Unidos, acotado únicamente a temas de seguridad  y someros movimientos de cooperación en materia de comercio.


Olga Pellicer, apunta esencialmente a la modernización de pasos fronterizos y la cooperación en materia de educación, innovación tecnológica e investigación científica. Y en efecto, destaca la nula intención, por parte de los responsables de la política exterior, de establecer una hoja de ruta que oriente en cierta dirección esa compleja relación. Sin duda alguna, los nuevos miembros de la carrera diplomática, deben tener la visión más clara y mucho más revolucionaria del acotamiento y construcción de una agenda que permite la relación estratégica de México frente a sus áreas de oportunidad respecto de otras naciones que dispongan de la cooperación multilateral con nuestro país. Los retos del Ejecutivo Nacional deben ser proactivos en las relaciones exteriores de México, pues mucho depende hoy en día tanto el posicionamiento de un país frente a un mercado o bloque comercial, como para el éxito interno de un sexenio en la construcción de un México inmerso en el mundo, y sus ciudadanos con él.

Vicente Flores M.

jueves, 20 de agosto de 2015

Opinión al artículo de Javier Sicilia "Estado de Excepción"

"Estado de Excepción" de Javier Sicilia  en Revista Proceso de 16 de Agosto de 2015.

OPINIÓN:

El actual entorno de una crisis política eterna, un descontento social abrumador y una desconfianza cada vez más marcada en las instituciones por parte de la sociedad en general, es todo y parte de lo que Sicilia aborda como principales características de origen del llamado Estado de excepción. Cabe destacar que no soy asiduo lector de Javier Sicilia ni mucho menos halago sus escritos, pero esta vez me pareció bastante pertinente y acertado en su artículo.

Sicilia apuntaba que:

“La razón del Estado moderno es la excepción. En una versión clásica, el estado de excepción se refiere, como su nombre lo indica, a una situación en la que el soberano suspende las garantías individuales para proteger el bien público o en otras palabras, a un periodo en el que el Estado suspende temporalmente el orden jurídico por motivos de seguridad.”
Y de ello, cabe destacar que nos hemos reducido como ciudadanos a la vida nacional sin un orden jurídico verdadero, pues la praxis de éste es el éxito de un gobierno. La ausencia del Estado es en sí mismo el gran epicentro del caos en que vivimos hoy los ciudadanos, aunado a la inconsciencia de unos e indiferencia de otros más. La suma de los factores sociales más la ausencia del Estado entre la letra muerta de ley, nos da como resultado la pérdida de gobernabilidad y con ello el estado de excepción. Esta ausencia aparente en diversas cuestiones por parte del Estado es lo que en realidad es ahora el Estado mismo, es decir, ha mutado a una forma nueva de totalitarismo, como bien apunta Sicilia “El Estado no ha muerto como creemos. Simplemente ha muerto a una nueva forma de totalitarismo que pone de manifiesto la crisis civilizatoria por la que atravesamos”.

En este sentido, se exige – y no menos esperado – un nuevo pacto social y político, esto de un momento a otro me llevó a recordar aquella gran opus del ilustrado francés Rousseau, donde el hombre en su necesidad de regular sus relaciones interpersonales en el grupo de origen lo llevó de un estado natural a un estado civil, en el que la regulación del hombre mismo frente a su conducta social se da por una limitación de la voluntad común o general, y llevarlo a lograr un buen desarrollo en  comunidad y de todo aquello que pueda suscitarse mediante la libertad de acción bajo las leyes que esto faculten. Pero parece ser que hoy día, este contrato social se ha perdido por mucho - dijera Rousseau – resulta forzoso volver a una primera convención, siendo necesario conocer bien los principios o rudimentos mediante los cuales se forma el pueblo y de aquí mismo partir hacia la aplicación de un modelo para un “sometimiento legal”, asentado mediante el origen del pacto social del principio de pueblo para así no mermar la esencia que éste tiene en el Estado.

De ello, podemos partir a la llamada “soberanía” y por tanto a un “soberano” (quien la ejerce de manera directa por consenso), que en sí mismo encierra la responsabilidad de poder dar pauta y hacer factible el bienestar común del pueblo, pero cabe resaltar que no puede responder a estas adjudicaciones y llamados si el soberano no tiene por total seguridad la fidelidad de sus súbditos hacia él. Es ahí – apunta Sicilia – donde (hoy día) el ser humano y no su dominio sea la medida de nuestras relaciones con todo, reclama la fundación de algo tan absolutamente nuevo como absolutamente tradicional: lo humano en sus límites y sus relaciones de solidaridad autónomas.

En conclusión, el pacto social del México actual se ha roto, la insuficiencia del poder del Estado frente a las demandas de los ciudadanos ha quedado por debajo del borde esencial de responsabilidad estatal directa, pero también la responsabilidad ciudadana ha quedado en un segundo término por los mismos ciudadanos, la falta de congruencia social e indiferencia en su más extenso esplendor ha acogido por lo menos la última década a México.  La gesta de una crisis social ha ido dándose con el entorno favorable en todos los sentidos, el estado de excepción ha llegado para por lo menos la otra mitad del sexenio quedarse. Un nuevo contrato social? Un nuevo pacto federal? Un nuevo México renacido de entre las cenizas? Qué solución podemos vislumbrar para el quebrantado sistema?

Vicente Flores Meléndez


lunes, 10 de agosto de 2015

Y que comiencen los juegos del hambre ... 2018.


La carrera por la silla presidencial en 2018 ya arrancó, tres años de antelación es buen tiempo de prever y mantener, es así como el Revolucionario Institucional ha comenzado “los juegos del hambre” para la asignación de su nueva dirigencia nacional encabezada por el todavía diputado federal Manlio Fabio Beltrones y la diputada federal electa Carolina Monroy Del Mazo como única planilla de “unidad” para la militancia tricolor.

Beltrones ha sido sin duda alguna uno de los actores políticos del priísmo y de la clase política nacional, más emblemáticos de los últimos años, y no está por demás tal concepción, pues no debemos olvidar que también quiso ser candidato para habitar Los Pinos en 2012. Muchos lo vieron como “la piedrita en el zapato” de Enrique, otros como el priísta incómodo del momento y otros más como un aliado en la curul, todos estos y muchos más adjetivos le fueron planteados, pero parece ser que este 2015 pinta para que 2018 sea su año, pues al ser ahora virtual dirigente nacional del PRI lo hace automáticamente presidenciable, sin olvidar claro está que esto dependerá en gran medida de los resultados de los próximos comicios electorales en 2017 para la renovación de la segunda tanda de gubernaturas a sufragar.

El dedo inquisidor del Presidente de la República, puso a Manlio Fabio en la silla tricolor, y es un momento perfecto  de gloria y refrendo de su poder presidencial ante la crisis partidista del sol azteca que causó la renuncia de su dirigente nacional Carlos Navarrete, y ante una virtual contienda en el blanquiazul entre los “regenedadores” y los “rebeldes” liderados por Ricardo Anaya y Javier Corral respectivamente.


Las piezas del ajedrez 2018 comienzan a moverse, “los tres grandes partidos” iniciaron la renovación de su dirigencia nacional, en procesos estrictamente diferentes, mientras unos se renuevan “democráticamente”, otros lo son por decisión del Señor de Los Pinos, y otros más se renuevan como Marx les dé a entender. Ante los grandes monstruos partidistas ya conocidos, el último lugar de los tres, dejará de serlo el sol azteca para ahora ser tomado el escaño por MORENA, quizá en 2018 “no contaban con la astucia” de Don Andrés Manuel y su ya clásica “rebanadita de pastel” en la boleta electoral, vaya susto que les pueda dar.