La democracia, la define Bobbio como el conjunto de
normas o reglas primarias y/o fundamentales que establecen QUIEN está
autorizado o facultado para tomar las decisiones colectivas y bajo que
procedimientos hacerlo. Hace un comparativo con respecto de los individuos que
tienen derecho al voto, contemplando tres vertientes, en las que una está
definida por ciudadanos varones mayores de edad, otra donde solo los
propietarios votan y una última donde las mujeres también están contempladas al
voto.
Se vislumbran dos vías de interdependencia entre un
Estado Liberal y un Estado Democrático: la de la línea que va del Liberalismo a
la Democracia y una segunda que va de la Democracia al Liberalismo. Con
respecto a la primera, se encuentran necesarias ciertas libertades para el
correcto ejercicio del poder democrático, y haciendo referencia a la segunda
instancia Democracia-Liberalismo, es indispensable el poder democrático para
poder garantizar la existencia y persistencia de las libertades fundamentales.
Bobbio conceptualiza dos ideales de la realidad, el de la
derecha- que refiere a una democracia que se ha transformado en un régimen semi
anárquico, teniendo como consecuencia la destrucción del Estado; por otro lado
contempla la fracción de izquierda, en el que la democracia parlamentaria se
está transformando cada vez más en un régimen autocrático. A partir de estas
dos concepciones podemos hablar sobre el nacimiento de la sociedad pluralista,
en la que el autor cita el nacimiento de la democracia desde una concepción
individualista de la sociedad, en que la sociedad política es el producto
artificial de la voluntad de los individuos.
Existen tres corrientes o vías por las que se caracteriza
la filosofía social de la época moderna, y que influyeron en la concepción
individualista de la sociedad y el Estado: el Contractualismo, la Economía
Política y la Filosofía Utilitatista.
Norberto Bobbio hace un
critica con respecto de lo estados
democráticos, aludiendo a que los grupos
se han vuelto cada es más los sujetos políticamente relevantes. No son los
individuos sino los grupos los protagonistas de la vida política en una
sociedad democrática, en la q ya no hay un solo soberano, ni el pueblo o la
nación compuesto por individuos que adquirieron el derecho de participar
directa o indirectamente del gobierno, el pueblo como una unidad ideal, sino el
pueblo dividido objetivamente en grupos contrapuestos, en competencia entra
ellos con su autonomía relativa respecto al gobierno central.
La democracia moderna, nacida como democracia
representativa, debería haber sido caracterizada por la representación
política, es decir, por una forma de representación en la que el representante,
al haber sido llamado a velar por los intereses de la nación, no puede ser
sometido a un mandato obligatorio. El principio en el que se basa la
representación política es exactamente la antítesis o contraposición de aquel
en el que se fundamenta la representación de los intereses, en la que el
representante, al tener que velar por los intereses particulares del
representado, está sometido a un mandato obligatorio.
Vicente Flores.
Vicente Flores.
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