miércoles, 24 de julio de 2013

“El futuro de la democracia” N. Bobbio (puntos esenciales de su obra)

La democracia, la define Bobbio como el conjunto de normas o reglas primarias y/o fundamentales que establecen QUIEN está autorizado o facultado para tomar las decisiones colectivas y bajo que procedimientos hacerlo. Hace un comparativo con respecto de los individuos que tienen derecho al voto, contemplando tres vertientes, en las que una está definida por ciudadanos varones mayores de edad, otra donde solo los propietarios votan y una última donde las mujeres también están contempladas al voto.

Se vislumbran dos vías de interdependencia entre un Estado Liberal y un Estado Democrático: la de la línea que va del Liberalismo a la Democracia y una segunda que va de la Democracia al Liberalismo. Con respecto a la primera, se encuentran necesarias ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder democrático, y haciendo referencia a la segunda instancia Democracia-Liberalismo, es indispensable el poder democrático para poder garantizar la existencia y persistencia de las libertades fundamentales.

Bobbio conceptualiza dos ideales de la realidad, el de la derecha- que refiere a una democracia que se ha transformado en un régimen semi anárquico, teniendo como consecuencia la destrucción del Estado; por otro lado contempla la fracción de izquierda, en el que la democracia parlamentaria se está transformando cada vez más en un régimen autocrático. A partir de estas dos concepciones podemos hablar sobre el nacimiento de la sociedad pluralista, en la que el autor cita el nacimiento de la democracia desde una concepción individualista de la sociedad, en que la sociedad política es el producto artificial de la voluntad de los individuos.

Existen tres corrientes o vías por las que se caracteriza la filosofía social de la época moderna, y que influyeron en la concepción individualista de la sociedad y el Estado: el Contractualismo, la Economía Política y la Filosofía Utilitatista.

Norberto Bobbio hace un critica con respecto de lo estados democráticos, aludiendo a que  los grupos se han vuelto cada es más los sujetos políticamente relevantes. No son los individuos sino los grupos los protagonistas de la vida política en una sociedad democrática, en la q ya no hay un solo soberano, ni el pueblo o la nación compuesto por individuos que adquirieron el derecho de participar directa o indirectamente del gobierno, el pueblo como una unidad ideal, sino el pueblo dividido objetivamente en grupos contrapuestos, en competencia entra ellos con su autonomía relativa respecto al gobierno central.


La democracia moderna, nacida como democracia representativa, debería haber sido caracterizada por la representación política, es decir, por una forma de representación en la que el representante, al haber sido llamado a velar por los intereses de la nación, no puede ser sometido a un mandato obligatorio. El principio en el que se basa la representación política es exactamente la antítesis o contraposición de aquel en el que se fundamenta la representación de los intereses, en la que el representante, al tener que velar por los intereses particulares del representado, está sometido a un mandato obligatorio.

Vicente Flores.

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