lunes, 20 de junio de 2016

SE GANÓ UNA BATALLA PERO AÚN SE TIENE PENDIENTE GANAR LA GUERRA #LGBTTTI

Publicado el 29 de mayo de 2016 en TMposmodernos

En recientes días, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Constitución que pretende brindar la total libertad a los individuos adultos de contraer matrimonio sin ser sujetos de discriminación en cualquiera de sus modalidades, especialmente lo concerniente a la preferencia sexual. El impulso y total respaldo al matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel nacional se dio por parte del gobierno federal, en lo impensable e inimaginable.
La celebración y congratulación se dio en las diversas expresiones tanto de los colectivos LGBTTTI, como de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía en general, no así por algunos grupos conservadores y eclesiales, como se era esperado y ya sabido. Aplaudo y celebro la iniciativa del gobierno federal frente a una minoría – no por ello sin representación ni voz – que a gritos pedía desde hace ya algunas décadas el respeto y reconocimiento pleno de los derechos que como personas tienen indistintamente de su preferencia sexual y/o identidad adoptada.
Es lamentable decir y aceptar que hoy día, se ha ganado tan solo una batalla de muchas que ha dado la comunidad LGBTTTI en la defensa del respeto a su integridad personal, de su vida y del libre ejercicio de su personalidad. Las batallas ganadas en el terreno de lo político, lo social y en recientes años de lo jurídico han tenido un precio alto, le debemos ello a grandes hombres y mujeres activistas que han dejado su vida en la lucha social a través de los años; aquellos hombres y mujeres – no sólo por género biológico natural sino también hago referencia a todos aquellos que adoptaron uno distinto con el cual identificarse plenamente  que han sido víctimas del rechazo en el seno familiar, social, laboral y en algunas ocasiones político. Hoy deseo brindar un homenaje humilde y sencillo pero totalmente sincero y admirable a través de estas palabras, a todas aquellas personas que han apoyado siempre la causa del respeto irrestricto a los derechos humanos y luchado por enterrar los actos de discriminación en contra de la comunidad LGBTTTI, aquellos que con su sangre han legitimado la lucha, y aquellos que siguen en pie alzando la voz, actuando en el día a día por lograr la plena inclusión y nula discriminación de todo individuo derivado de su preferencia sexual.
México se encuentra en un momento clave tanto en el terreno político como en el jurídico, de plenos cambios – algunos avances y otros pareciera que fueren retrocesos – pero de lo que no cabe duda es de la gran oportunidad que se tiene hoy día de poder dar grandes pasos en la plena protección de los derechos y oportunidades para cualquier individuo susceptible de discriminación por su condición o preferencia sexual. La lucha más difícil es la social, por mayores instrumentos jurídicos de los cuales se allegue el Estado mexicano en pro del respeto y la plena protección contra los actos de discriminación en cualquiera de sus modalidades, nunca serán éstos suficientes frente al rechazo familiar, la discriminación laboral, los crímenes de odio por homofobia, el acoso sexual y en general la intolerancia social (entendiéndose ésta desde cualquier sector poblacional, actores sociales y autoridades)la ardua tarea que aún se tiene pendiente en esta materia es basta, la educación en los valores, especialmente en la tolerancia, es clave de una sociedad democrática donde todas las expresiones tengan voz y sean respetadas, siempre a través del diálogo.
Dejemos de lado si está bien o mal, si es antinatural o es por moda, pues ese cierre de ideas en el diálogo social es lo que ha generado la discordia entre ambos “bandos”; el pronunciamiento de intolerancia y el llamado a la misma por parte diversas instituciones y actores político-sociales es el peor de los escenarios que debemos enfrentar, pues cuando la justificación de la intolerancia es los religioso, la incongruencia en el valor de la misma (la religión) se expresala homosexualidad como pecado ha de ser menor frente a la provocada intolerancia a tu hermano.
El día en el que el diálogo genere la tolerancia entre los hombres, será el día en que la humanidad habrá de regresar a sí misma.

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